Miro a mí alrededor, los sueños rotos que yacen en el suelo,
Pienso en ellas, y en sus partidas, sus particulares partidas;
En como dejaron solo a este espécimen, llamado triste corazón,
Como lo dejaron más hambriento y descuidado, que a ese niño somalí,
Sin sentido ni racionalidad, solo pensamientos que invaden la casualidad…
Solo lo que sobro, de un banquete de reyes, para los pobres plebeyos,
Que lloran de noche se dolor, mientras que los nobles duermes contentos,
Mientras que la ciudad calla secretos, y mira los años pasar;
Así es como todo empieza y termina, cada día, cada noche,
Así es como se supone deber ser, para todos y para mí,
El único problema, es que para mí, siempre es peor…
¿Porque somos así? Por qué así tenemos que ser, no hay opción
No hay salida, solo esta está vida, llena y vacía,
Loca y racionalista, vana y masoquista, terca e inofensiva;
Solo eso, es lo que nos toca, y es lo que nos deja la carencia al morir…