Te vi caer en mis sueños, de ellos a una falsa realidad.
Me engatusaste en tus juegos de amor, musa traicionera,
Y todo a cambio del cambio de ser, de la moneda de oro
De los finos momentos que capas y son de mentira;
Entiendo el razonamiento, confundo los acontecimientos,
Me creo cada mentira que tú me dices, te alejas y vuelves.
Reusó dejarte partir, me cegó a mí mismo e este vivir
Quizás ya no fue necesario rogar, quizás las nubes dejaron de llorar.
No entiendo si es lo que usted desea, o lo que yo ordené;
No conozco de leyes y mandamientos, solo de pensamientos
Quisiera ser más grande y más fuerte, o solo más maduro.
No capto, no argumento, no pregunto… solo vivo como me enseñaron,
Solo sigo las vías del tren hasta llegar a la estación,
Y sigue vacía, y a la vez repleta de polvo y hollín, que dejo tu
partida.
¡No, espera! No te fuiste, yo te ahuyente, por mi rabia y mi ansiedad,
Por la paz de mi mente sobre la angustia de mi terco corazón.
Por tu cumpla perdí una amiga, y por la mía a dos mujeres.
¿Sera el final? Espero que si, que les sea leve... \m/