lunes, 7 de abril de 2014


"Hace días perdí en alguna cantina, la mitad de mi alma más el quince de propina..."
Así me siento hoy, así me sentí ayer. Decepcionado.
No de la vida, ni -increíblemente- de mi; me sentí decepcionado de las consecuencias, de las esperanzas, de la monotonía y de los ciclos que se siguen repitiendo incansablemente.
Ahora, ¿que me espera? ¿o que puedo esperar? Nada.
Creo que llegue al punto sin retorno.
Dicen que no es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, como no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo. Y en este momento no se si estoy jodido o estoy jodiendo.