sábado, 7 de agosto de 2010

Posdata


Y muy adentro del subconsciente
Creí que todo lo que veía y hacia, era real,
Pero redescubrí que la fina línea que me dividía del pasado,
Se había cortado, fusionado con mi alma,
Se había traicionado a sí misma para crearme;
Algo bizarro y loco,
Pero como todo lo que existe en mi vida,
Llega un punto en el que literalmente,
‘Las doy’, no puedo más, solo caigo rendido…

Y es en ese preciso momento, cuando me pregunto,
Si lo que tengo es un vicio o una necesidad,
Una excusa para no sufrir o un privilegio que sobreexplotar;
De cualquier forma, estando aquí en mi habitación,
En esta fría y vieja Habitación del Quijote,
Solo me resta tragar un poco de orgullo,
Quizás como alguna especie de droga para suicidarme,
Sé que no funciona, pero qué más da,
Ya nada tiene sentido en mi vida…

Digo, entre tú y yo todo solo se esfumo,
A veces te necesito, y a veces me necesitas,
Aceptémoslo, ¿Qué tan lejos es tantito nomas?
Y si de malos entendidos hablamos,
El que caya otorga, y el que no habla, nunca entiende;
Silenciados fueron los delitos cometidos,
En la cama aquella del destino,
Las personas solo entienden lo que desean,
Los amores nunca sobran en esta vida…

Entre Bunbury y Quijano, encuentro la respuesta,
Entre la Amneesia y el Penssato, todo resulta ser un error;
Pues cada bocanada de aire que tomo al despertar,
Y cada brisa fresca en la mañana,
Termina siendo una falsa realidad,
Termina dejándome con más dudas existenciales,
Para ver si de casualidad en las noches,
Dentro del sueño astral,
Encuentro ese algo que dejaste olvidado en mi corazón…

No hay comentarios:

Publicar un comentario