Esta vez, me toco ir a conocer un pueblo de mi pintoresco y tradicional estado, Sonora; este pueblo fue uno de los mas bonitos y mas recomendados por su historia y arquitectura, es el pueblo de Álamos, que cada año, durante nueve días, es el anfitrión del Festival Alfonso Ortiz Tirado (FAOT), que es conocido por albergar a miles de jóvenes y adultos de diferentes partes del país, y del mundo, cuyo principal objetivo es disfrutar las atracciones culturales, culinarias, comerciales, y sin faltar menos, alcoholizarse lo mas posible, puesto que no hay restricciones de ingerir bebidas embriagantes desde temprano, por las calles.
Llegamos al pueblo alrededor de las 2 PM de la tarde del día sábado, a continuación nos dirigimos a la plaza central, la que se localiza frente a la catedral, para estar con la mayor parte de los asistentes al Festival. Recorrimos las empedradas calles para tratar de llegar a la llamada “Casa de las Delicias”, que resulto estar al lado contrario de donde nos dirigíamos, dimos vuelta a nuestro rumbo, y volvimos a la plaza central, entramos a una cafetería por una taza de café de media tarde, y después fuimos al Palacio de Gobierno, puesto que teníamos intención de entrar a un concierto de Opera, con una soprano Coreana, y la filarmónica del Sonora, para esto teníamos que hacer fila durante dos horas antes de entrar ya que no traíamos boletos, pero después de la larga espero, logramos entrar. Y les diré que sinceramente, estuvo de lo mejor ese concierto, sin duda todos los asistentes lo disfrutamos mucho.
Al finalizar todo eso, decidimos que iríamos a cenar, eran ya casi las 10 de la noche, y no habíamos probado bocado desde medio día.
Posterior a eso seguimos deambulando por las nocturnas calles de Álamos, para darnos cuenta que ya había más gente enfiestada. Para no alargar más esta historia, terminamos yendo a la “Casa de las Delicias”, después de que nos dieron la dirección correcta, y nos regresamos al autobús a descansar.
Lo bueno fue, que conocí un lugar nuevo, una cultura callejera nueva, y a una nueva amiga, que les confesare, se quedo con un pedacito de mi alma.
Lo malo fue, que no disfrute tanto como lo esperaba, afortunadamente, siempre habrá otro año…