Parecería simple, mirar atrás, hacia algunos años y recordar,
Como estábamos entusiasmados por empezar a crecer y a presumir
Que ya no éramos jóvenes, que ya éramos adultos
Unos inexpertos y sencillos, solo eso.
Pasaron los años, las sonrisas se borraron y detrás de esas milenarias huellas
Dejaron marcas, cicatrices imborrables en el corazón,
Nítidas pero amables a la vista del enemigo,
Que ahora ahoga su destino, en aquello que fuera algún día el ayer…
Nada tiene caso, solo el ocaso, solo el despertar,
Ya cada quien tomo su rumbo, ni amigos ni amantes, mucho menos pensantes,
Solo fuimos un instante, que dejo su marca en la vida de una generación,
Una generación incompleta, sin razones ni detalles vividos.
Cada quien tiene sus preguntas, cada cual vive sus momentos,
Ya no hay vacantes, en este viaje casi concluido. Me llaman enemigo,
Pero solo soy la sombra que no se dejo doblegar, que se negó a humillar;
Para ustedes solo fui, y no volveré a ser…
*Sea este, un grito de atención para muchas cosas que pasaron en los últimos 5 años, y una –muy merecida- despedida para muchas personas con quien me toco convivir…
“we must be somewhere over the rainbow”
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