Tiempo escurre por tus venas, a la vez que callan los predicadores,
Puesto esta aquel diván, en el fondo de la habitación oscura;
Te amo y me amas, y la sensualidad que existe se deja ver,
Para satisfacer la necesidad carnal, y la existencia propia,
Tuya, mía, de los dos; del vecino, del abuelo, de político;
Todo cabe de un jarrito sabiéndolo acomodar,
Todo cabe en un monte de venus, sabiendo seducir.
Quizás no quepo más en este armario, que llamo morada,
Quizás no sepa que hora sale el tren de la estación,
Quizá me hago demasiadas preguntas innecesarias,
Porque no tengo otra cosa que escribir en este texto…
No lo se, no me importa, tu estas aquí, yo estoy contigo,
Eso si me importa, porque tu me importas,
Y me importas tanto que saque mi vieja pluma,
Desempolve mi vieja libreta y me puse a escribirte este poema.
Quizás no este tan viejo como pensaba, quizás…
…¡Huy espera! ya llego el autobús… luego seguimos platicando…
No hay comentarios:
Publicar un comentario