A veces peco de egolatría, se lujuria y también de ira,
Otras tantas miento o me comporto como un hipócrita,
Tomo lo que no es mio o deshonro a mis padres,
Falto los domingos a misa o blasfemo solo por diversión;
Pero sin duda alguna, la razón de mi estadía en el inframundo
No será haber cometido alguno de estos pecados,
Sino más bien, haber cometido el fatal error de enamorarme…
No sé que tienen esas tentaciones en forma de mujer que tanto me
gustan,
Solo sé que cada vez que veo una, mis ganas de hacerla mía crecen;
Yo no sé porque Dios les dio esos cuerpos perfectos, si es imposible
tenerlas.
Y que importa si me robo a una o a dos, si caigo en el juego de la seducción,
O si me orillan a tenerlas desnudas a la luz de la luna
Para acabar con mi esencia y mi enigma, para convertirme en un pecador,
Que mas importa, al fin y al cabo, ya nomas queda perder la vergüenza…
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