viernes, 10 de enero de 2014

Mi ultima voluntad

Este es un texto que tenia escrito de vario tiempo atrás, no se porque no lo había publicado, pero lo logre rescatar para compartirselos.


Bajo la mejor de mis plumas,
Con la mejor de mis tintas, me puse a escribir
Esta triste tonada
Muy bien perfumada de versos sin fin:
Pues aún recuerdo los días soleados,
Tan bien amaestrados que antes viví,
Porque ahora me encuentro tirando la toalla,
Y mirando el mañana, que no tarda en venir.
Para recogerme y llevarme muy lejos,
Tan lejos, muy lejos, que no sepa volver.
Pidiendo limosna en los viejos caminos,
De ese cruel destino que me espera al llegar.
Y aun así no me arrepiento de haber vivido,
Ni conocido todo lo que estuvo en mí.
Demasiadas palabras, ahogaron los sentimientos,
Que pudieron ser cuento que no tuvo fin.
Solo fuimos eso, un cruel suspenso,
Atado al recuerdo de una relación;
Pasajera la hilera de besos sinceros,
Y caricias mustias, de noches muchas,
De ángeles rotos, sin almas ni fotos,
Solo mentes vacías plagadas de hollín.
Acordes silenciosos, y vasos de whyskey
Tapizan mi tumba, pensando en ti.
Mujer desgraciada, algún día amada,
Hoy me dejas tumbado, aquí derrumbado,
En el lecho de mi nueva cama,
Muy bien decorada, como lo esperaba.
Solo quedaron aquellos recuerdos, muy bien escondidos
Que no pudiste robar.
Ahora solo te lo digo, huye del martirio
En que nos metiste para sobrevivir.
Ya no hay día ni noche, solo mañana,

Que empieza y acaba, cuando no queda esperanza…

martes, 7 de enero de 2014

La muerte de los justos

Hay muchas cosas que quisiera decirte, cosas que me alegran y cosas que me entristecen; cosas de las que me enorgullezco y cosas que me avergüenzan. Desafortunadamente, tengo que decírtelas.
Comencemos con el hecho de que todo paso de la noche a la mañana, apenas y nos conocimos, apenas y sabíamos quiénes éramos; es más, creo que hasta el día de hoy, apenas y nos conocemos lo suficiente. No espero que comprendas todas las cosas que me están pasando, ni creo que sea necesario realmente que las sepas, pero necesito desahogarme, necesito, purificarme y quitarme este enorme peso que hay en mí. ¿Qué si cual es el peso que estoy cargando? La llaman crisis de la edad, yo la llamo realidad…
Miro mi entorno, la mitad está muy bien, igual como ha estado siempre, como lo conociste, y como lo dejaste; la otra mitad, esta horrible, cambiando constantemente, andando muy rápido, tan rápido que no le puedo llevar el paso. Me asfixia y preocupa, me deja sin salidas.
Este punto de mi vida, en el que estoy, al que tarde mucho en llegar y alcanzar, esta zona de confort, resulta ser nada… Mi esfuerzo por llegar hasta este punto significo absolutamente nada. Ya no hay más opciones para mí en este lugar, debo seguir adelante, hacia un camino o hacia otro, pero seguir creciendo. Y con migo, se van mis esperanzas, y mis sueños. Mañana será un buen día para mí, el día tan esperado, mi último día.

La buena noticia es que por fin voy a morir. La mala, es que en mi vida, nunca fui justo.