domingo, 27 de noviembre de 2016

Vendetta

Hoy la sultana me hizo llorar, me invito a su casa y me dio de cenar.
Me sirvió una copa de vino, y me abrazó con cariño;
Luego se quitó la ropa, y me sedujo con calma, me invito a observar,
Ese triste juego de cartas donde yo soy el apostador, y el perdedor.

Destrozó mi orgullo, y lo sirvió en su mesa, con un poco de sangre menstrual.
La sultana es una mala persona. Y aun así, aquí estoy, clavado a sus ojos.
La veo y la extraño. Extraño sus curvas, sobre la mesa de póker.
Quisiera perder la conciencia, y ganar mi dignidad otra vez.

Hoy la sultana me hizo llorar, me golpeó en la cara con un guante blanco,
Se despidió de mí, sacándome a rastras de su casa. Yo me resistí.
El caldo de pescado no estaba bueno. La tarta de manzana hubiera estado mejor.

Por eso, la mire a los ojos, y con el ceño fruncido le dije a la cara: ¡VENDETTA!

lunes, 14 de noviembre de 2016

Las consecuencias

Hay que ser muy listo para no ver las consecuencias.
Muy listo. Y a veces olvidarte del botón de apagado,
Dejar que los errores se comentan, disfrutarlos;
Al fin de todo, ¿qué son las consecuencias?
¿El resultado de una vida? ¿O la ganancia al final de la jornada?

Quizás, sea la palabra más utilizada en este blog.
Te amo y te deseo, al mismo tiempo que te quiero libre como paloma.
Te cuido como padre sobre protector. Aunque no seas mía. Ni de nadie.
Estas son mis consecuencias por pagar la cuenta en el bar.
Soy un bufón, un chiste para el resto.

¿Para ti qué soy?
La felicidad es como un droga, algo a lo que me has hecho adicto.
Eres muchas cosas. Pero, ¿Eres mía? O, ¿Lo fuiste?
¿Lo somos? ¿Qué somos?
La luna, mi luna, eso eres, la consecuencia de mis deseos... Profundos.