Quisiera, entrar en tu convento,
Para poder guardar el secreto,
Que me está matando por dentro,
Muy profundo, lo confieso.
Y de rodillas ante ti hoy me encuentro,
Tu mi más grande mandamiento,
En épocas de abatimiento,
Eres la calma de mi tormento.
*De todas las que alguna vez he amado,
Y a pesar de la vida, la que he respetado,
Como única y bendita, entre todas las mujeres
Mi catedral, todo eso y más, eres.
En noches frías he caído en tentación,
Muchas veces he olvidado el sonido de tu voz,
Que me llama al camino de la luz,
Al camino donde estás tú.
*De todas las que alguna vez he amado,
Y a pesar de la vida, la que he respetado,
Como única y bendita, entre todas las mujeres
Mi catedral, todo eso y más, eres.
Y mi penitencia, calvario más grande que llevo,
Aquel infierno al que temo
Son los momentos alejado de ti;
Dios me libre de verte partir.
Junto a ti quiero estar, toda una eternidad,
Mi vida, mi amada: Mi catedral.