(Suena el teléfono antiguo)
Y junto con esa aguda y constante campanilla,
Suena el silencio de la habitación.
No hay nadie que conteste el teléfono.
Y el sonar no cesa. Interminable
llanto de sirena;
Retumba por toda la casa, y ni un
alma lo puede detener.
El bebe que se siente solo en la
cuna, mira el carrusel girar.
Y con el poco tiempo de vida que
tiene, ya se pregunta dónde está su mamá.
Las ventanas retumban, el aire
sopla fuerte para ser otoño.
Y las hojas de los árboles tumbadas
en el suelo, forman un retrato silente.
El teléfono de la abuela sigue con
su aullido. Lento pero mortal.
Hasta los pájaros tienen celos de
su constante cacareo.
Las escaleras de madera, viejas y
podridas tablas de roble;
Son las percusiones que acompañan
ese feo sonido robótico.
Se escucha un maúllo. - ¡Miau! - Se
rompe una copa de cristal.
Y al final, el teléfono deja de
sonar. Nadie lo contesto.
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