jueves, 20 de septiembre de 2018

Traje de domingo


Es martes, y siento cada vez más larga la condena.
La semana pasada vino el curo a verme,
Preguntó si tenía alguna culpa que confesar.
Le dije que solo una:
la mujer que me había enviado a este agujero…

Era una mujer amable, pero traicionera.
Linda y amorosa, pero egoísta.
Inteligente, pero despiadada.
No dudaría en volver a matar, si me diera la oportunidad.

Aun la extraño, solo por costumbre.
Entre tragos de alcohol y remordimiento,
se encuentran sus caderas.
Aunque siempre quise otro traje de domingo;
Desperdicie mi tiempo haciendo caridad.
¿Y dónde termine yo?
Hundido y con los bolsillos vacíos.

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