-¿Y si mejor nos besamos?- Le dijo la noche a la madrugada.
-¡Basta ya!- Grito el amanecer- No es tiempo de penurias.
-¿Y si mejor nos besamos?. Hace mucho no me tocas, amor mio.-
El mantuvo su pesado silencio, ignorando a la mujer mientas leía el diario.
-¿Y si mejor nos besamos?. Ando encendida, como motor de auto deportivo- Dijo la puberta con ansias de cenar antes de dormir.
-Ni que me gustaran las mujeres como tu- Respondió el muy mustio.
¿Y si mejor nos besamos?. Pensó el. Sabia que si lo decía en voz alta, ella no solo lo ignoraría, huiría. Dejándolo con las buenas intenciones, y la pasión a flor de piel.
-¿Y si mejor nos besamos?
-Pero, ¿que dirán los otros?
-Déjalos que hablen. Somos jóvenes, y nos queremos. No tiene nada de malo.
-Quizás tengas razón. Pero... No se.
-¿A que le temes? ¿Crees que te haría daño? ¿Que no seria gentil y bueno contigo?
-No, no es eso. Es solo que...
-¿Es solo que qué?
-Me da vergüenza. Y no se si sea correcto.
-¿Acaso no sientes algo por mi, tan grande como lo que yo siento por ti?
-Pues si, pero...
Y en ese momento le planto un beso, como si fuera un puñetazo en el rostro. Duro y directo, con tanta enjundia y pasión que ninguno de los dos sabia qué estaba pasando.
¿Y si mejor nos bes...?
Y el beso simplemente se dio. No hubo que decir mas.
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