viernes, 3 de diciembre de 2010
Irene (trova)
Esta noche me atreví a tomar mi guitarra y cantar tu canción;
Aquella que tanto tarde en entender como en componer para hacerte feliz,
Y estar de rodillas con la cara caída y el llanto de pie,
Para poner en tus brazos mi último instante, esa fiel cortante que tanto soñé;
Mi lema enfermizo y mi terco hechizo que nunca empezó,
Pues ahora me falta tantito un poquito para comprender,
Que si era mejor dejarlo marchar que el engañar del que nunca fue,
¿Y todo porque?, fuese mi orgullo o aquel murmullo de tu caminar,
Pues la última noche de llanto incesante jamás termino;
Si tú me entendieras, y me comprendieras estando yo aquí,
Muy decepcionado con la cara marchita y llorando tu amor,
Acongojado, extrañando recuerdos y aquellos momentos que ya destroce
Y en tus labios no queda ni pisca de un porque,
Solo sé que mañana amigos seremos de un amor del ayer;
No me pidas creer... no me pidas entender...
Que te sigo amando en contra de mí comprender,
Sigo siendo el mismo inmaduro y un poco crudo de palabras y ver,
No me pidas creer... no me pidas entender...
Pues ahora no puedo tocar mi guitarra, ni verte a la cara, me pongo a caer,
Profundamente en esa etapa del tiempo sin retroceder,
Me pierdo a lo mucho en mis recuerdos una y otra vez,
No me pidas creer... no me pidas entender...
Pues a lo mucho ¿a dónde llegare?, ni yo lo sé;
Casualmente entiendes al verme escribir, y al verme llorar,
Que mi patético esfuerzo, y mi último aliento jamás guarde
Ahora me despido con el corazón herido y el llanto de pie,
Esperando que mañana, aviándome ido, me sepas querer...
Perdonad mi terdanza, pero estuve ocupado y sin computadora la semana pasada, pero sigo vivo mis pequeños lectores...
Q les sea leve...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario