sábado, 25 de junio de 2011

San Juan, el Don Juan


Digo lo que digo, siento lo que siento,
Y a pesar de todo, sigo siendo alguien diferente…
Sigo los pasos en el vacio de una ausencia,
Oigo el silencio de la mañana de un atardecer,
Rezo a los dioses ocultos, y cierro los ajos antes de dormir;
Bajo las cascadas de un dulce recuerdo,
Bajo las melodías de un confuso testigo, que cae,
…Cae al alma como pasto el roció…

Si fuera suficiente, un solo pensamiento,
Para calmar las ansias de una generación intensa,
Que se protege, bajo las sicodélicas frases anarquistas
De la vanguardia alternativa, que tenemos el derecho de llamar vida.
Y no pediste permiso, para dejar mi corazón,
Así como no pediste permiso para adueñarte de él, en un principio;
Que bajo he caído. Dijo un viejo trovador:
Que canten las palomas que para eso fueron creadas,
Y que lloren las cabronas, que para eso fueron abandonadas.

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