Estos últimos
2 días fueron muy importantes en mi vida, hubo momentos de estrés, a la vez que
de alegría, de intriga y suspenso; en general cosas que solo se viven una vez
en la vida (espero que no). El día de ayer jueves 11 de abril, vino por tercera
vez a mi pequeña ciudad, Hermosillo, lo que queda de mi grupo de rock favorito:
Mago de Oz. Digo esto porque después de haber sufrido por varios cambios y “evoluciones”
a lo largo de su historia, 25 años de carrera, en 2011 sufrieron lo que parecería
la batalla final contra el cáncer que los acabaría y por un corto tiempo los
acabó, es decir, peleas, mal entendidos y separaciones, que se resumen a
finalizar un grupo tan grande como lo era Mago de Oz, pero… “resucito al tercer
día según las escrituras”, y se levantó lo que quedaba de formación original,
consiguieron nuevos integrantes y nos presentaron no solo a una “Bruja Reloaded”,
sino también un nuevo disco que les permite tomar un ¿tercer? O cuarto aire
para retomar el vuelo. Y esta vez me toca hacer una crítica doble, tanto al
nuevo disco como al concierto al que asistí ayer.
Primero lo
primero (válgame la redundancia). El disco que lleva de nombre “Hechizos, pócimas
y brujería” tiene buenos temas, buen ritmo y no deja mucho que desear, pero
tampoco es comparable, desde mi punto de vista con discos anteriores como la trilogía
de Gaia o la Ciudad de los árboles, ni mucho menos con los álbumes clásicos como
Jesús de Chamberí, La leyenda de la Mancha o Finisterra; creo que lo catalogaría
como algo en medio, puesto que los últimos tres discos que lanzaron no fueron algo
tan grande o importante como los primeros. Estos últimos tuvieron un estilo “Gótico”
que a muchos no nos convenció, y que en cambio a otros atrajo más al fino vicio
de Mago de Oz. No obstante, si lo tomo como un buen primer paso en esta nueva
etapa del grupo, creo que su nuevo vocalista: Zeta, puede dar de que hablar en
el futuro, obviamente nunca superara todo el trabajo que hizo Jose Andrea en el
pasado, pero si puede demostrar que puede estar a su altura.
Ya
regresando al tema principal del concierto, bueno… uff, mucho que decir, muchas
cosas me pasaron en torno al evento, primero yo no tenía intenciones de ir al
concierto, pero sin duda me lograron convencer de que, aunque el grupo, la formación
no sea la misma, el espectáculo, el talento y la grandeza de la Bruja, sigue
estando ahí. Después de muchos dimes y diretes, mucha publicidad y muchas
promesas, compre el boleto más caro: VIP pócimas, el boleto me costó $1500, y había
otro VIP más barato de $1000. Así a groso modo les explico en que consiste el
boleto pócimas, se supone que aparte de estar casi frente a ellos, te darían de
regalo una sarta de objetos, entre ellos unas “pócimas” que hasta donde estuve entendido
iban a ser shots, que por cierto no lo fueron, y que nos tratarían como la mismísima
Reyna de Inglaterra, cosa que tampoco paso. Estuvimos todos los VIP juntos, no
hubo separación y lo más que nos regalaron a los pócimas fue un vaso de cerveza
Corona (que sabe a agua, por aquellos que no han tenido la desgracia de
probarla) con un valor de $30 y una camiseta representativa de la gira, color
blanco porque el negro ya paso de moda, con un valor de $50.
Un total
fraude la verdad. Al concierto le doy un 8, no estuvo tan mal, como esperaba
que estuviera, lleno más gente que en 2008, la vez pasada que se presentaron,
pero dudo mucho volver a un concierto de ellos, y más dudo, volver a pagar un VIP, prefiero seguir siendo parte de los
rockeros del general.
El problema en realidad no es el concierto de Mago de Oz.
ResponderEliminarEl problema es un concierto organizado por Rock en tu ciudad.
Lo que más falló a la hora de firmas de autógrafos, y las llamadas "pócimas" y rifas.. fue la mala organización.
Incluso en el backstage, los vip casi no pudieron entrar al "contacto con la banda" que prometía el boleto, al final gente que pago boleto normal tuvieron saturado el backstage y no se atendió a casi nadie.