jueves, 25 de junio de 2015

El cuerpo


El cuerpo, como templo  humano del ser y el existir,
Como reflejo de lo impreso, atento a lo complejo, el cuerpo.
Que huye velozmente hacia el abismo, olvidándose de sí mismo,
Preguntándose por lo menos abstracto, dentro de lo compacto.
El alma, que se esconde bajo la capas de carne y hueso,
Muy dentro de aquello que llamamos un beso,
Capaz de terminar con el encierro, efímero y contento,
Mas adentro, de eso que pensamos como el cuerpo;
Ni el tiempo, escapa del compromiso, cayendo a lo más preciso
Para terminar siendo el mismo ente, diferente
Que no acaba, el cuerpo, m cierto refugio, un huerto
De recuerdos y esperanzas, que al final de la jornada,

Sigues siendo mi posesión más preciada, el cuerpo.

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