Capitulo VIII
-Aquí estamos Roque. Al adentrarte en el desierto de la soledad deberás seguir tu instinto para encontrar al Atrapasueños y no perderte… Dijo Az.
-Si… Tú quieres respuestas, así que debes de ir solo. Exclamo Ar.
-Esta bien… dije. Iré solo y no se lo que me espera; mas espero al menos conseguir respuestas…
-Las conseguirás… Dijeron ambos a coro.
Camine por mas de medio día adentrado en ese cruel y extremosos desierto, la sequía y el calor me hacían alucinar con respecto a que nunca vería la salida.
Veía volando sobre mí unas aves grandes de rapiña, supuse que eran zopilotes, hasta que uno de ellos bajo, se poso en la rama de un arbol seco y me dijo:
-¿Estas perdido?, he viejo humano.
-Si, algo asi. Me puedes ayudar.
-Eso depende.
-Depende de que…
-De que forma quieres que te ayude. Lo dijo con tono burlón.
-¿Y de que forma me puedes ayudar? Pregunte con mas miedo que duda.
-Puedo ayudarte matándote y comiéndote, así dejaras de sufrir en este desierto. O bien, puedo decirte como salir de aquí.
-Prefiero que me digas como salir de aquí. Dije con una cara de conveniencia.
-Supuse que dirías eso… Antes de que yo te ayude, tu ayúdame a mi; anda, dime, ¿Que hace un ser humano en Oz?, y mas principalmente, ¿Que hace un humano en este desierto?
-Bueno… Soy el elegido, aquel del que habla la profecía; y estoy buscando al Atrapasueños.
-Así que tú eres el “elegido”. Digo con tono burlón. –Pues temo que no podrás ver al viejo curandero…
-¿por que no? Pregunte.
-Porque no te lo permitiré. Dime, ¿Acaso te has preguntado por que el Atrapasueños vive en un lugar tan cruel y extremo? Yo soy una de sus mascotas, y créeme que uno de mis deberes es impedir que cualquier ser, sea cual sea la necesidad u capricho de este, llegue a molestar a mi amo; por lo tanto es mi obligación impedirte que sigas tu camino hacia el hogar de mi amo. Te acompañare a la salida del desierto, pero debes prometer nunca mas regresar.
-Lo siento, pero debo seguir mi camino, es de suma importancia que vea al Atrapasueño, por ende seguiré mi camino.
-Si esa es tu decisión final, temo que deberé de actuar como hace unos momentos pensé en hacer… ¡Te matara para después comerte!
En ese momento comencé a correr para huir de el, pero sus alas eran tan grandes que muy rápido lograba alcanzarme. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de mi, cayo en picada, atacándome y derribándome. Estaba apunto de matarme cuando… Veo una llamarada que lo ataca por detrás, él se da la media vuelta y alcanzo a ver a la criatura que lanzo esa llamarada, era… un Fénix…
Logro espantar al zopilote y fue entonces cuando de nuevo me encontré a salvo, quise comunicarme con el para preguntarle sobre el Atrapasueños, pero jamás dijo una sola palabra.
Se poso en mi hombro y siguió junto a mi el resto del camino; al parecer me sirvió de brújula, porque no paso mucho tiempo para que encontráramos la casa del Atrapasueños.
Capitulo VIX
Estando frete a la casa del Atrapasueños, pude ver una lapida de piedra, y en ella el siguiente texto:
“… Valiente guerrero, inteligente viajero, poderoso hechicero; tu que te encuentras a pocos pasos de ver al Atrapasueños; debes de tener algo claro: tu camino fue largo y en el has aprendido muchas cosas. El Atrapasueños es muy sabio y poderoso, así que usa tus conocimientos para sobrevivir.
La primera vez que subí esta montaña, no solo fui vencido, sino que, perdí el más grande de mis sueños. La segunda vez, regrese a recuperar mi sueño, y aun así fui vencido.
No fue hasta la tercera vez, que recupere mi felicidad; así que mi consejo es: Usa la sabiduría como arma, la razón como escudo, el amor como enemigo; y nunca te des por vencido…”
Después de haberlo leído, reflexione un momento; recordé todo lo que había pasado a lo largo de mi viaje, a todos los que había conocido, todo lo que había aprendido y todo lo que me había llevado a estar aquí, en este preciso momento…
Creían que era una clase de salvador, aquel del que hablaba una vieja profecía, que debía luchar por esta tierra, defenderla con la vida, y ganar la batalla. Era nuevo en este mundo y ya tenia que dar la vida por el… No comprendí las cosas en un principio, y fue que mejor decidí solo dejar que todo pasara como debía pasar. Empecé un viaje a ningún lado y termine frente a la última pieza que me diría como salvar esta extraña tierra.
Estaba nervioso y asustado, ¿que tipo de ser me esperaba ahí dentro?, ¿Qué me trato de decir la inscripción en esa lapida?, ¿Por qué comencé a dudar hasta el final del viaje? No lo sabia, pero tenia que seguir, y dejar que las cosas se dieran como se tenían que dar…
predecible...!!! esperare a que subas otra cosa
ResponderEliminar