viernes, 9 de octubre de 2009

La Leyenda de Oz: capitulo XI y XII

Capitulo XI

Ahí estaba, en un cuarto gigantesco, no había mucha luz, por lo tanto no se veía muy bien; de repente… se hicieron la luces, el cuarto se ilumino y pude ver todo, era… una clase de… lugar de entrenamiento o algo así, ya que, había obstáculos y trampas.

-Cruza todos estos obstáculos usando solo la mente, nunca la fuerza. Dijo una voz de la nada. Era el Atrapasueños.

El primero de los obstáculos fue: una gran pared, cubría todo, no se veía el fin por su parte alta, ni por su parte ancha.
Siguiendo el consejo del Atrapasueños decidí pensar un momento como cruzarla; si debía usar la cabeza, debía ser de una forma correcta así que, usaría la lógica o la estrategia.
Mi primera idea fue hacer una oyó en la pared, así pasaría al otro lado, pero ¿como?, era el dilema. Otra idea fue, como se trataba del Atrapasueños, debía ser una ilusión y la pared no era mas que un holograma o algo así, así que solo debía cruzar, no fue hasta que la toque, que me di cuenta de que era real.
Volviendo a mi idea original, pensé como podía romper ese muro, recordé la flecha dorada de Sagitario, pero si la usaba en este momento, la perdería, y probablemente habría otra situación más importante para usarla. Pensé en darle un fuerte golpe, pero no funciono; que debía hacer, cual era la respuesta…
Empecé a caminar a lo ancho de la pared para pensar en algo, cuando… vi algo muy extraño, uno de los ladrillos de esa pared era de un color mas claro que los demás, entonces decidí averiguar porque; al tocarlo, este se desvaneció, como un espejismo, así nomás. Después solo el agujero que había dejado me fue suficiente, vi hacia el otro lado y vi un mundo de obstáculos que debía de traspasar, este solo era el primero.
Entonces pensé, ese ladrillo, que desapareció, debió estar ahí por alguna razón, ¿Cuál? Debía usar esa ventaja para pasar este reto.
Entonces vi detalladamente todos los ladrillos alrededor de ese espacio vació; estaban algo viejos y débiles, uno a uno los fue tirando hasta hacer un hoyo lo suficientemente grande por donde pudiera pasar al otro lado.

Tras la pared había una abismo, solo se podía cruzar por unas sogas que caían del cielo, decidí empezar a cruzar el abismo con las sogas, cuando recordé… la mente, debo usar la mente, no la fuerza, pero ¿como? En ese momento pensé, que la única forma de cruzar era con las sogas, pero debía hacerlo de una forma inteligente, no brutal; me balancee sobre la primera, empecé a caer un poco, deje de moverme, y la cuerda se quedo rígida otra vez. Eso era, debía encontrar un equilibrio para que las cuerdas no cayeran al vació. Recordé que era algo parecido a las arenas movedizas, si uno se mueve, se hundirá más; en cambio si guarda la calma, no sucederá nada.
Así una a una, fui cruzando las lianas, hasta llegar al final. Mi siguiente prueba fue un campo de púas y espinas, así como los soldados en entrenamiento, que deben de pasar por debajo de grandes campos de espinas, así debía hacer yo; tenia miedo y la verdad no sabia si podría pasar este reto, solo me agache y empecé a cruzar, fue cuando mi pie izquierdo toco por accidente una de las espinas que ya había dejado atrás, esta en el instante estallo, me sorprendí por que, el desafió en este reto era cruzar de una forma calmada y serena, ya que cualquier paso mal dado seria mi muerte.
Al acabar aquel cruel y duro trayecto, vi como lo que me seguía era peor; vi frente de mi, un pantano con cocodrilos que supuse debía cruzar; al ir hacia el… una pared invisible apareció frente a mí, de la nada salio, y me sorprendió verla.

-Felicidades mortal, has probado tu Sabiduría y tu habilidad; tu siguiente prueba será: El Honor…
Antes de irte, debes de llevar un dilema, enigma o acertijo, que te ayudara a nunca olvidar la fortaleza mental…
“Arriba en el cielo, Abajo en el mar, en medio de la tierra; ahí lo podrás encontrar…”


Capitulo XII

Ahí estaba yo, mi Honor debía probar, ¿Cómo?… no lo sabia, pero tenia que luchar de una u otra forma.
Seguí caminando por un largo pasillo, hasta topar con una habitación; en la habitación estaba un hombre viejo. Se encontraba sentado en una pequeña mesa, era tan pequeña que apenas cabían 2 personas, el anciano se encontraba jugando Ajedrez, solo… sin un rival; escucho mi presencia y dijo:

-Adelante viajero, que te estoy esperando… ¿Que no sabes que es de mala educación dejar esperando a una persona mayor?
-¿Ehh? Respondí
-Anda… siéntate a mi lado, juguemos un poco de Ajedrez…
-¿Este es mi reto de Honor?
-Si, y no es exactamente ganar o perder un juego de Ajedrez…
-Entonces ¿Cuál es?
-Ya lo veras, ya lo veras…
En ese momento me senté y empecé a jugar con el.

-Veo que el Atrapasueños te esta torturando con sus retos. Me dijo.
-¿Por qué lo dice? Le pregunte.
-Tienes miedo de lo que te pueda esperar… No sabes que te espera, ni sabes si sobrevivirás. Esa es la tortura más grande…
-Bueno, solo tengo miedo a lo que me pueda esperar… no se hasta donde podrán llegar los limites del Atrapasueños…
-Es por eso que estas aquí; no solo tus acciones demuestran tu Honor, sino también tus pensamientos y sentimientos.
El miedo no es un buen aliado, y créeme que la curiosidad puede ser tu amiga, si la logras manipular.
-¿Cómo?
-¿Cómo?... Eso es fácil, solo debes de controlarte a ti mismo antes, sabes que movimientos hacer, cuando hacerlos y por que hacerlos…
-¿Habla del ajedrez?
-No, hablo de la vida niño… Todo en esta vida tiene que ser hecho con cuidado y con precisión; cada paso que des, cada día que pases, cada momento de miedo y tensión, cada beso romántico y cada demostración de afecto y cariño; debe ser planeado consiente o inconscientemente.
Tienes que saber lo que haces, por que cada acción tiene una consecuencia…
-Entonces, ¿como probare mi Honor en este reto?… ¿mis acciones…o mis movimientos en ajedrez?
-¡¡¡ Exacto!!!... Este juego es como tu vida, cada movimiento debe ser analizado. Busca tu victoria, utiliza tu sabiduría
-(Sabiduría, eso es… debía usar la sabiduría con la que había sobrevivido en el reto anterior, para vencer a este anciano…)
-Mueve viajero, que no tengo todo tu tiempo…

Y así paso el tiempo, movimiento a movimiento; turno a turno; hasta que cada uno se quedo con 2 piezas (las mismas, que casualidad), un rey y una torre. Era la última parte del juego, era turno de Roque; y solo había 2 opciones, o movía la torre para enfrente o para un lado, no podía arriesgar al rey, porque el que pierde el rey en ajedrez, pierde la vida.
En ese momento Roque solo veía un movimiento y era hacia enfrente, no pensaba en perder y fue por eso que su mente se bloqueo. Entonces recordó… “Debía ver mas aya de su nariz…” y buscar otra salida. Entonces la vio, otro movimiento que lo podría salvar, no seria una victoria ni una derrota, más bien un empate.
Así fue como Roque, hizo su último movimiento…

-TABLAS…

Fue todo lo que dijo Roque. En ese momento el anciano se paro de la silla y empezó a aplaudir

-Felicidades Roque… Has pasado la prueba. Ahora dime: ¿Por qué decidiste hacer ese movimiento?
-Fue simple, no podría haber ganado, y si perdía probaría que soy cobarde, no hubiera puesto todo de mí para vencer; así que mi última opción fue empatar para no perder ni ganar, simplemente poner todo de mí. Demostrar que valgo la pena, al menos como rival.
-Ahora que has pasado la segunda prueba, debes prepárate, la ultima prueba será probar tu fuerza, y en esta, puedes morir…

1 comentario:

  1. hay que hecharle mas ganas a la descripsion de los lugares... es algo muy importante .. esa paciensia... ;)

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