
Oscio en la Universidad de Sonora, amenaza de huelga y escacez de preocupacion...
Q les sea leve...
Dícese de aquellos que fueron perdidos,
De aquellos que nunca volvieron,
De aquellos con el corazón roto,
Y los sueños, por los suelos.
Dícese de las lagrimas aquellas,
De las noches en pena, que pena;
De armas que fue escondido,
A base de los aullidos,
carentes de frias obras, de sobras,
y verguenzas tensas, crueles...
Digo, y no olvido, de las mujerzuelas,
De las dueñas de la media noche,
Y de los vagos sin rumbo,
Que conocen el mundo, a pie y descalzos,
Comiendo los frutos prohibidos,
Calientes y secos, robados, jamás amados.
Aprenden en el camino,
De sangre y costras, viven y mueren,
Sin ilusiones, sin restricciones,
-Oh que frío momento-
Siempre lo dije: -Escucha- entiende…
De aquellos que nunca volvieron,
De aquellos con el corazón roto,
Y los sueños, por los suelos.
Dícese de las lagrimas aquellas,
De las noches en pena, que pena;
De armas que fue escondido,
A base de los aullidos,
carentes de frias obras, de sobras,
y verguenzas tensas, crueles...
Digo, y no olvido, de las mujerzuelas,
De las dueñas de la media noche,
Y de los vagos sin rumbo,
Que conocen el mundo, a pie y descalzos,
Comiendo los frutos prohibidos,
Calientes y secos, robados, jamás amados.
Aprenden en el camino,
De sangre y costras, viven y mueren,
Sin ilusiones, sin restricciones,
-Oh que frío momento-
Siempre lo dije: -Escucha- entiende…
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