Querido y despreciado San Valentín,
Te extrañara que te escriba hoy, en un día tan especial,
Para ti digo, porque este año, ¿adivina qué? Yo no tengo que celebrar.
Me has quitado todo aquello que algún día me diste,
Me has dejado una herida que no ha durado poco en sanar,
Has acabado con cada pequeño detalle de felicidad.
Para ti es un juego, para mi es algo personal,
Te la pasas divagando por el mundo, apostando corazones;
A veces ganas a veces pierdes, pero realmente eso a ti no te importa,
Porque a fin de cuentas lo que apuestas nunca fue tuyo…
No pienses que me gusta ver la felicidad de otros,
Ni tener que esperar aquí sentado, solo por un capricho tuyo,
La verdad es que cada día que pasa, tengo el placer de recordarte el 10 de Mayo,
Y a la vez agradecerte por darme devolverme algo que hace tiempo había perdido,
Ese algo que yo llamo, frialdad; ¿Te acuerdas?
Y poco a poco fueron cayendo mis lágrimas, y me dieron ganas de incendiar tu altar,
Esa miserable y patética cama de rosas que llamas hogar.
Timar ese horrendo arco, con todo y el quiver repleto de flechas,
Para metértelo directamente en el recto, y así sepas lo que es realmente el amor;
Esperando que así, pienses dos veces en meterte conmigo…
Y no me despido sin antes mandarte muy lejos, allá por Minnesota,
A un pueblito que lleva el mismo nombre que el palo horizontal de la vela de un barco,
Por que como ya he dicho antes,
Este año, mendigo pañaludo de mierda, no tengo que celebrar.
Espero y te tenga cuidado esta carta que te escribo,
Pues muy adentro de tu ser, sabes que lo tienes bien merecido;
No obstante en años pasados me diste mucho, pero aun así no tenías derecho de quitármelo,
Y aunque digas miles de palabras, y tengas muchas miles de bocas que alimentar,
A mí me tienen sin cuidado las demás gentes, yo solo te quiero recordar, lo mucho que te odio… :)
ATTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario