¿Recuerdas la cuerda que
te pedí prestada? Pues estaba descompuesta…
No creo volver a ver esa
película de amor, ya se me el final.
Me recomendaron ir a llorarle
a los santos pelones… de verga que me vas a dar;
Espero sea pronto porque
me siento como en Alcohólicos Anónimos.
Me hacen faltas tus
muslos carnosos y excitantes, y esos labios mentirosos,
Carnosos y falsos como
tus pechos; que adoro chupar hasta caer desmayado.
¡Mentira! Ya no quiero
queso en la cena, esta rancio. Viejo como mi mirada.
Lleno de polvo y ceniza,
como tu venus. Y esos muslos carnosos.
Lagartos y piel de viejo
roble, piel como de noche de amor en las esquinas,
Noches sin sol ni luna;
sin culpa alguna. Y despertar con amnesia y sudor fétido.
Así te recuerdo, así me
recuerdas. Como un gas que salió del culo y se perdió.
Pero sigo con hambre, y
tú cocinas mi comida favorita, y la sirves a todas horas.
Solo te pido que pongas
la mesa esta noche, y que sobre ella, no este ese queso rancio.
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