sábado, 26 de junio de 2010
Paréntesis (Confesión II)
Y me encontré conmigo mismo, y platique, conviví, me comencé a conocer, y entre tragos amargos de cruda realidad, le dije:
-Sabes, por primera vez tengo algo que siempre he deseado; por fin ya estoy monetariamente satisfecho conmigo mismo
-¿Y eso cómo es?
-Me pagan bien en mi trabajo temporal, y por fin tengo suficiente dinero en mi bolsillo para gastarlo en lo que quiero; por ejemplo, anoche, me desocupe temprano, y fui a casa de un viejo colega, un hermano bandero, y le propuse la idea de ‘pistear’ como en los viejos tiempos, y el acepto. Fuimos por un ‘ocho’ y después de acabárnoslo, fuimos a comer ‘Dogos’ y por fin, cumplí uno de mis sueños, comerme un segundo HotDog. :’)
-¿Acaso nunca te has comido dos seguidos?
-Nop, nunca. Siempre me da ‘codera’ gastar más en comer, prefiero guardar el dinero, pero ayer, eso no me intereso, simplemente, cumplí mi sueño.
-¿Y tener dinero te hace feliz?
-La verdad no; mi vida es igual o más miserable que antes.
-¿Entonces, que te alegra de eso?
-La verdad nada. Sigo siendo un alma errante en este mundo; la diferencia es que ahora tengo dinero para comprar instantes de felicidad…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
a mi me sucede lo mismooo con e dinero x)
ResponderEliminarhehee un segundo dogo.. se oye muy rico y llenador! tequiero, cuidate (sólo lo usual).:*
La felicidad está en las cosas pequeñas: un segundo hotdog, comprar unos patines a tu hermana pequeña, regalarse un libro... El dinero vale mucho, digan lo que digan.
ResponderEliminar